Aunque muy cuestionado, el desarrollo de la Inteligencia Artificial no podrá detenerse, pero sí debe pensarse en que ésta sea regulada, consideró el profesor investigador de la Universidad de Sonora, Guillermo Arteaga Mac Kinney.
El también profesor de la Universidad Estatal de Sonora (UES) aclaró que la inteligencia artificial es un área del conocimiento aplicada a la informática que se enfoca en la creación de sistemas y programas con los que se buscan simular tareas asociadas a la inteligencia humana como es el aprendizaje, la toma de decisiones y/o el reconocimiento de patrones, entre otros.
“En efecto, la inteligencia artificial ya está con nosotros, obviamente con actividades muy básicas”, estableció el doctor Arteaga al responder a pregunta expresa del maestro Rogelio Ramos durante una de las recientes emisiones del programa radiofónico “A tiempo con la ciencia”, que se transmite por Radio Universidad los lunes por la mañana.
Destacó que, de alguna manera, las funciones de nuestros celulares con la identificación de la huella dactilar, de nuestro rostro, o si tenemos en casa algún tipo de Alexa o Netflix que termina recomendando películas o el mismo Spotify, o el Facebook que de repente nos saca un recuerdo, son parte de este concepto de inteligencia artificial.
Algo que viene de hace décadas
Arteaga Mac Kinney dijo que, desde hace décadas, en la industria ya se utilizan diversos tipos de robots para el armado de equipos, soldaduras y hay montacargas que son inteligentes y que responden a una señal de un control central para realizar la tarea de buscar el material y empacarlo.
“A nivel industrial se tiene bastante experiencia en este ramo y en respuesta a cualquier avance tecnológico se tienen las dos visiones de la parte optimista que cree que esto nos va a ayudar y la parte pesimista que dice que nos va a afectar”, señaló.
El académico universitario consideró que el tema de la inteligencia artificial es un poco controversial y su avance es muy rápido, pero nadie puede predecir con precisión lo que puede suceder ni a corto ni a largo plazo.
Señaló que existen grandes preocupaciones por el desarrollo de estos sistemas que poco a poco presentan mejoras pues muchos consideran que vamos a llegar a un punto en que estos sistemas van a tener la inteligencia humana.
“En realidad estamos muy lejos de ello, pues no se puede clonar un sistema para que reconozcan olores, es un sistema, es un programa de computación que, para lo único que sirve es para reconocer colores, no es un ser al que se le puede ocurrir algo y cómo que eso es la confusión”, expresó.
Arteaga Mac Kinney explicó que la inteligencia artificial se basa en metodologías matemáticas y actualmente está basada en la técnica de genes neuronales artificiales como funcionan nuestras neuronas que están interconectadas en una red y una le lanza una señal a otra con cierta fuerza y se propaga a través de la red. “Esta situación biológica se puede simular de forma sencilla matemáticamente”.
“Eran cosas muy sencillas, pero, poco a poco, con la capacidad de las computadoras, se han hecho acciones más complejas y ahorita, esas redes neuronales, nos sirven para definir patrones de lenguaje; el principio, básicamente es que entrenamos con el modelo matemático”, estableció.
El docente, explicó que en ese modelo matemático se proporcionan todas las posibles jugadas de ajedrez, por ejemplo, y el sistema empieza a aprender: aprender es una situación matemática y es como conoce el resultado: si sabe que esta mal, se vuelve a adecuar y lo empieza de nuevo millones y millones de veces hasta que, eventualmente, el resultado es el correcto.
“Este es el proceso interactivo matemático y requiere de una alta demanda computacional, muchos datos de entrenamiento, pero la computadora lo puede hacer”, apuntó y añadió que esto es producto de los algoritmos matemáticos.
El investigador consideró que la inteligencia artificial es una de las más grandes preocupaciones que se tienen actualmente porque poco a poco van mejorando pero dijo que aún estamos lejos de que estos sistemas, que se originan en un programa de computación hecho por el ser humano, logren superar la inteligencia humana.
“Los sistemas que están desarrollados ahorita son muy específicos”, puntualizó y no descartó que en el futuro sí tengamos sistemas más complejos que puedan tener cierta independencia y lograr acercarse más a lo que entendemos como inteligencia humana.
“Yo creo que estos sistemas se van a ir mejorando, van a empezar a tener más aplicaciones, por ejemplo, en el diagnóstico clínico, a nivel empresas, en trabajos repetitivos como podría ser la revisión en los cajeros, y creo que estos sistemas van a tener más relevancia.
“Obviamente, eso puede llevar a la pérdida de empleos pero también requerirá implementar los sistemas, lo que generaría otro tipo de trabajo, quizá sea más relevante y mejor pagado”, argumentó.
La ciencia sigue avanzando, añadió, y al rato va a haber camiones con rutas preestablecidas lo que tiene un potencial de ser más seguro, más estable u aunque se ve muy lejana esta situación apocalíptica, ya hay científicos que están solicitando un veto a continuar con el desarrollo de esta tecnología que sin lugar a dudas se tiene que regular, porque definitivamente, no se podrá prohibir.