La gentrificación rural se vive en Hermosillo, en Latinoamérica, en muchos lugares donde espacios rurales, algunos históricos o de valor patrimonial, son ocupados por la sociedad de clase media y alta que está desplazando a quienes los habitan en busca de nuevos espacios para vivir o para esparcimiento, así lo explicó el sociólogo Jesús Ángel Enríquez Acosta en el programa radiofónico Economía y Sociedad, a través de Radio Universidad.
En el espacio radiofónico del Departamento de Economía, el académico explicó que referirse a gentrificación rural es hablar de que han proliferado los lotes campestres por fuera de la ciudad, espacios que se ubican en la periferia de Hermosillo, en áreas rurales que se conectan principalmente vía las carreteras; en Hermosillo hacía Ures, hacia la Costa de Hermosillo
“Vemos un fenómeno muy interesante que tiene que ver con la estación urbana de la ciudad sobre las periferias rurales donde grupos sociales de clase media y alta deciden adquirir un lote, un predio para construir una segunda residencia o bien para trasladarse a radicar definitivamente al entorno rural o bien simplemente para realizar actividades de esparcimiento y ocio los fines de semana”, destacó.
Estudian fenómeno
Enríquez Acosta, docente el Departamento de Sociología y Administración Pública, compartió que en las Ciencias Sociales se ha comenzado a estudiar este fenómeno, el cual no se ve solo en Hermosillo.
“Estamos hablando de un proceso global en muchas ciudades mexicanas, ciudades latinoamericanas, en Estados Unidos. hablamos de gentrificación porque estamos definiendo sobre todo esto que también se ha estudiado por el urbanismo y que tiene que ver con el proceso bajo el cual ciertas áreas de una ciudad resultan ser interesantes, valiosas para ciertos sectores de la sociedad y se comienza un proceso de ocupación que generalmente se trata de grupos sociales más ilimitados”, precisó.
Agregó que estos grupos sociales de clase media y alta comienzan a ocupar y van desplazando a quien ocupaba esos espacios, que en muchas ocasiones se trata de sitios históricos
Efectos y consecuencias
El sociólogo indicó que en este fenómeno se encuentran consecuencias positivas y negativas, entre lo malo se modifica el paisaje natural por el proceso de desplazamiento de la población, también se modifica el tejido social por la venta de propiedades que generan mayor valor y se genera especulación del suelo urbano, lo que provoca que determinados grupos sociales que no tienen la capacidad se vean condicionados a salir o la venta, por lo que no se establecen vínculos ni tejido social a lo que se suma la contaminación.
Entre lo positivo, comentó esta la reconversión de las áreas rurales, más equipamiento e infraestructura para esos espacios.